Nuestro sistema funciona por medio de tubos colectores de cristal de borosilicato al alto vacío. Los colectores absorben y aprovechan la radiación solar directa y la radiación solar difusa; es decir, cuando hay rayos solares directos y cuando está nublado. Son extremadamente efectivos al convertir los rayos infrarrojos del sol en calor conductivo para generar agua caliente a elevada temperatura.
Cada colector de cristal tiene un tubo interior y otro exterior concéntricos, los cuales forman el vacío entre ellos. El tubo interior tiene un recubrimiento selectivo altamente eficiente, el cual convierte la radiación solar, incluyendo los rayos infrarrojos en calor, que después es conducido al agua dentro del tubo, eleva su temperatura, la hace circular dentro del sistema por convección y la almacena en el termo tanque el cual está recubierto de poliuretano, material que permite mantener la temperatura durante toda la noche. La pérdida de calor conductivo y convectivo es eliminada porque no hay aire que conduzca el calor o lo circule.
Los tubos de cristal de borosilicato al alto vacío no son afectados por condiciones climáticas tales como: lluvia, viento, nubes, etc.; su forma y recubrimiento, ayudan a evitar la refracción y tener un inmejorable aprovechamiento solar. En comparación, el sistema de serpentín de cobre y planchas de cristal o policarbonato, sólo absorben los rayos solares cuando estos son perpendiculares a su superficie plana; de esta manera la refracción a la radiación solar es permanente, resultando en energía solar no aprovechada durante todo el día.
La forma cilíndrica de los tubos evacuados incrementa su habilidad para aprovechar la absorción de los rayos infrarrojos en ángulos de incidencia bajos.